Viva el flequillo!!!

Cuando era pequeña, mi madre me decía que eso de llevar flequillo era de ordinarias y de catetas. Un día de verano del año 1994, cuando yo tenía 9 años, mi hermano mayor me llevó a la peluquería y no se le ocurrió otra cosa que decirle a la dueña : "Melenita y con flequillo". La regla absoluta del "sin flequillo" se la pasó totalmente por el forro. Y luego llegaron los lloros. Mi madre me decía que se me notaba menos la cara de antigua...pero que parecía más judía todavía...

10 años más tarde logré superarlo. Ahora sin el flequillo no soy NADA. Gracias mamá, gracias Ernesto.